Me refiero a los perros por no meterme en mas ya que yo diría que la gran
mayoría de los animales perciben y detectan cosas que el hombre no puede, como
terremotos incendios fenómenos climatológicos etc. pero me centrare en el bien
llamado "el mejor amigo del hombre" al igual que solo contare algún caso para no
extendernos.
Ya conté lo ocurrido en una cueva de Mallorca con mi perra como sabia que
algo maligno había ahí.
Un caso curioso es como los perros que servían en las guardias en el
ejercito subían a las garitas en alto menos a una que la llamábamos la P7 o la
del ahorcado y en la que se suicido un soldado, yo mismo pude experimentar
cuando entrabas a esa garita como se erizaban los pelos y hacia un frio que no
era normal, esta garita estaba arrestada y no se hacia guardia en ella.
También recuerdo varios casos de perros que cuando vuelve su dueño a la
casa ellos lo saben a pesar de estar a muchos kilómetros de distancia como una
perra que tenia mi vecina, su hijo estaba cumpliendo el servicio militar y
cuando aun le faltaban como 15 o 20 kilómetros para llegar la perra ya lo sabia
que venia y lo esperaba en la puerta, un par de amigos también han
experimentado casos similares y yo tuve una perra que estando en casa sabia
cuando venia alguien de la familia a pesar de estar aun por la calle siendo poco
probable que lo oliese u oyese según la altura del piso y distribución hasta la
calle.
Otro caso que viví muy curioso fue estando en el ejercito, yo estaba
destinado en la PA sección de guías y había un perro que se llamaba Káiser, cada
día pasaba a verlo por su perrera y se ponía muy contento yo le daba ordenes
como bailar ya que era una biblia y se lo pasaba bien, un día el sargento nos
comunico que iban a sacrificar a Káiser al haber cumplido la edad que según las
autoridades valen para estar en activo, yo pensando en el asunto me dirigí a su
perrera y al llegar me sorprendí de que no estuviese esperando fuera, comencé a
llamarlo y salió de la caseta andando despacio y muy triste hacia mi cosa que no
era normal, de la misma forma nos despedimos, el animal sin alegría se fue
andando despacio hacia la zona cubierta, a medio camino se giro para mirarme
como para despedirse y recuerdo que se veían como lagrimas en sus ojos, con las
mismas me fui a ver al sargento para decirle que yo me lo quedaba a lo que
accedió.