En estos días tan señalados de tradiciones (este articulo lo publique en navidad en otro sitio, de ahi el comienzo) quiero dedicar este
pequeño homenaje al que fue aunque no tan conocido como sus colegas "el
cuarto rey mago"
Cuenta una antigua leyenda rusa que fueron
cuatro y no tres los reyes que partieron tras la estrella que les
conduciría hasta el rey mas grande de todos los tiempos
Este
cuarto rey llamado Artabán, un rey no muy rico, ni muy poderoso, ni muy
inteligente, que al ver la estrella que llevaba tanto tiempo esperando
partió esa misma tarde decidido a seguirla hasta donde fuese necesario
portando sobre sus burritos de apariencia humilde gran cantidad de
aceite y vino también llevaba una gran bolsa de oro y piedras
preciosas,
para el viaje llevaba una tela de seda un manto de piel y un tarro de miel.
Tras
varios días de marcha se junto en una posada con otros tres reyes que
también seguían a la estrella y a la mañana siguiente emprendieron la
marcha todos juntos,
mientras atravesaban el desierto los
sorprendió una tormenta de arena, todos desmontaron y se cubrieron cada
uno con el manto junto a sus camellos que estaban de rodillas en la
arena,
a diferencia de estos Artabán no llevaba camellos sino los
humildes burritos y entre la tormenta pudo ver una choza a lo lejos, a
malas penas pudo llegar y meter a los pollinos a cubierto en el corral y
espero a que pasase la tempestad,
A la mañana siguiente todo
calmado se prepararon para seguir con la marcha pero el pastor que
había acogido al rey en su choza tenia un gran problema, durante la
tormenta sus ovejas se escaparon al desierto y el pastor debido a su
edad no podía salir a buscarlas, aparte de que no disponía de
cabalgadura,
el cuarto rey tenia el dilema de que si le ayudaba
igual perdería la estrella y a sus acompañantes y por otro lado pensaba
que como se podría presentar ante el mesías si no ayudaba a su prójimo
y decidió quedarse a ayudar al anciano,
tardaron una semana en
reunir todo el ganado, en esa semana también disminuyo el aceite y el
vino al compartirlo con el pastor, el rey calculo que se encontrarían
ya muy lejos y sin perder tiempo se despidió y salió a toda marcha en
busca de ellos, tras mucho viajar con rumbo incierto llego hasta un
lugar donde había una mujer con muchos niños pequeños y el marido se
encontraba enfermo, la mujer necesitaba ayuda para recoger la cosecha
ya que de lo contrario el tiempo y los animales acabarían con ella,
el
rey se encontraba con un nuevo dilema, si les ayudaba perdería por
completo el rastro de la estrella y los otros reyes aunque la mujer el
enfermo y los niños tendrían pan para todo el año,
no se podría presentar ante el mesías si no ayudaba a sus hermanos en tiempo de necesidad
Tardaron varias semanas en las que el aceite y el vino disminuyo considerablemente al compartirlo con la familia
Retomo
su camino pero ya solo tenia la dirección del rumbo de la estrella ya
que ni huellas quedaban y en ese trayecto encontró a nuevos necesitados a
los que ayudo, como a una mujer parturienta que dio a luz una niña y
otros muchos,
pasaron dos años desde su partida cuando llego a
Belén pero allí solo encontró llantos de madres y desolación debido a
una orden del rey del lugar que mando matar a todos los niños,
El
pobre rey no entendía nada y se limito a andar por las desoladas calles
preguntando por el mesías, algunos le dijeron que se marchase, hasta
que alguien le dijo en voz baja que esa misma noche habían huido hacia
Egipto, quiso seguirlos pero no pudo abandonar este lugar sin ayudar a
tanta gente que lo necesitaba, consolar a las madres, enterrar a sus
hijos, curar a los heridos que intentaron detener a los verdugos,
vestir a los desnudos, etc.
paso mucho tiempo cuando se dispuso a
seguir hacia Egipto, en el que menguo el aceite y el vino, aparte
regalo algunos de los asnos, oro y joyas ya que estas gentes lo
necesitaban mas que el, pero el rey sabia que el mesías lo comprendería
ya que había sido para ayudar a sus hermanos,
Pasaron años en un
viaje lleno de nuevas aventuras en las que tuvo que ayudar a los demás y
cuando por fin llego a Egipto se entero que Jesús había vuelto a
Nazaret cuando José recibió la noticia de la muerte de Herodes, se
entristeció pero continuo su búsqueda llena de nuevos episodios tras la
pista de quien nunca había visto
Pasaron 30 años en los que se
quedo sin, solo le quedaba un pollino y dos monedas de plata aparte de
una piedra roja que se la guardaba al mesías
Partió de Jericó
hacia Jerusalen cuando escucho unos quejidos y vio que era un hombre al
que habían asaltado, sin pensarlo curo sus heridas y rompió sus ropas
para vendarlo, lo monto en el asno y desvió su camino hacia una posada,
donde entrego las 2 monedas de plata y el burrito para que atendiesen
al hombre herido y dijo que a su vuelta el pagaría si hubiesen mas
gastos,
Y así siguió un largo viaje a pie hacia Jerusalén, viejo y
cansado y ya casi sin fuerzas cuando llego a su destino un viernes al
mediodía antes de la pascua
Se dio cuenta rápido de que algo pasaba y oyó a la gente que venia de Gólgota como decían que el mesías agonizaba en la cruz
Con
las ultimas fuerzas que le quedaban y casi desfalleciendo con su propia
cruz de años de búsqueda se dirigió hacia el lugar muy triste por el
desenlace y abrazándose a la cruz comenzó a llorar diciéndole a Jesús,
perdóname por haber tardado tanto, he llegado demasiado tarde, tuve que
haberte dado la bienvenida a este mundo, haber estado contigo estos
años y haberte ayudado
Entonces la tierra tembló y desde la cruz
se escucho una voz que le dijo: Tuve hambre y me diste de comer, tuve
sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y
me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste...
Artabán,
agotado, preguntó: ¿Cuándo hice yo esas cosas? Y justo en el momento en
que moría, la voz de Jesús le dijo: Todo lo que hiciste por los demás,
lo has hecho por mí
Hoy estarás conmigo en el paraíso
Esta antigua leyenda fue plasmada en un libro por Henry van Dyke en 1896
No hay comentarios:
Publicar un comentario